Del Día de la Seguridad, al Día del Medioambiente

03/06/2021. Por Jesús Ariza, Técnico de PRL en Mobility ADO.

El 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, centrado este año en los ecosistemas y especialmente en su restauración. Posiblemente sea una de las conmemoraciones más destacables de los últimos años porque este en particular marca el inicio del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas con el lema:

“prevenir, detener y revertir la degradación de los ecosistemas en todo el mundo”

No cabe duda de que son cuestiones interesantes y necesarias, pero que a priori quedan lejos del día a día del mundo de la seguridad laboral. Y aunque muchos profesionales de la prevención hemos tocado también el área de medioambiente, en la mayoría de las ocasiones ha sido motivado principalmente por la necesidad de mantener sistemas de gestión basados en normas ISO que poseen estructuras similares.

Más allá de las similitudes entre los diferentes sistemas de gestión, es evidente, al menos desde un enfoque antropocéntrico, que en ambas áreas la preocupación por la salud humana es un punto central común y menos artificial.

Los Límites del Crecimiento y la Evolución de la Salud

En un ensayo sobre Los límites del crecimiento (uno de los libros de referencia en materia medioambiental de las últimas décadas) recogido en Environment: why read the classics, se hacía referencia al cambio de paradigma que supuso esta publicación así como a otros informes posteriores que han ido dibujando el marco actual en el que nos movemos.

Unos límites medioambientales impuestos por un planeta finito a modo de “techo medioambiental” (pérdida de biodiversidad, cambio climático, contaminación, etc.) y en paralelo las cuestiones sociales como el derecho a la salud, entre otros, que se perfilan como un “suelo social” o condiciones básicas de bienestar que debemos mantener si queremos evitar injusticias sociales y los problemas derivados de ellas.

Fuente: traducción a partir del ensayo “Los Límites del Crecimiento revisado” de Tim O’Riordan.

La preocupación por la salud humana ha continuado evolucionando marcada por estos límites, seamos o no conscientes de ellos, y desde el punto de vista más social en lo que toca a la seguridad laboral podríamos decir que entre las diferentes filosofías y movimientos que siempre se dan en cualquier área, Vision Zero ha sabido poner el foco en la salud de las personas en un sentido más amplio y más allá de un mero cumplimiento legal.

En el mundo del medio ambiente y el cuidado de la salud del planeta se ha producido una evolución similar que también está desembocando en nuevas filosofías como One Health, tan de moda ahora por la pandemia, que promueve la idea de aumentar la comunicación y la colaboración interdisciplinar en el cuidado de la salud de las personas, los animales y el medio ambiente, entendiendo que todas están ligadas entre sí.

Y por supuesto, como mejor evidencia de esta evolución, están los famosos ODS de Naciones Unidas donde se pueden encontrar muchos puntos en común entre el mundo del medio ambiente y el de la salud de las personas, entornos laborales incluidos, y a los que también se hace referencia en la última guía de Vision Zero cuando se habla de:

promover la conexión entre los ODS, la RSC y la Seguridad, Salud y Bienestar”

Estos ODS se están convirtiendo en una palanca de cambio muy interesante en esta evolución, tanto para grandes empresas que se están sumando a ellos en los últimos años o que incluso han participado en su elaboración, como para un gran número de empresas nuevas que están surgiendo con la filosofía de los ODS en su ADN. 

Hace unos años tuve la suerte de conocer a una de estas nuevas empresas, ejemplo de lo que también se ha llamado el cuarto sector y que “a diferencia de los tres sectores económicos tradicionales […], se compone de un nuevo modelo de empresas híbridas que no sólo tienen objetivos de beneficio económico, si no también tienen objetivos de desarrollo social, y que no encajan completamente en una única de esas 3 definiciones, sino en la intersección entre los sectores público, privado y social, definiendo un marco empresarial con valores éticos más equilibrados.

Oficina ecológica Greenpeace España. Fuente: satt.es

Se trata de SATT TRIPLE BALANCE, un estudio de arquitectura especializado en diseñar espacios que cuidan la salud de las personas y el medio ambiente y que demuestra cómo lleva en su ADN el cuidado de la salud en su sentido más amplio con la forma de diseñar entornos de trabajo o los barrios donde realiza sus proyectos y que en muy pocos años ha recibido premios en materia medioambiental con sus proyectos de rediseño de centros de trabajo como la Sede Greenpeace Madrid o la oficina de Triodos Bank en Málaga. 

Esta forma de entender el diseño de los espacios de trabajo supone un avance en los pilares de Salud y Bienestar, a veces ensombrecidos por la inmediatez y la urgencia a la que nos obligan los aspectos relacionados con la Seguridad, que también se recogía en aquella primera Guía de orientación sobre Vision Zero de PRLInnovación, que señalaba como objetivos:

“ocuparse más intensamente de la prevención de enfermedades, relacionadas o no con el trabajo, y promover la salud”.

Por desgracia, ha tenido que ser una pandemia la que haya puesto en primer orden de prioridad algunos asuntos siempre relegados a un segundo plano como el teletrabajo, la conciliación y la flexibilidad de los espacios de trabajo. ¿Qué organización no se ha planteado su futuro en estos términos desde el pasado mes de marzo de 2020? ¿Cómo organizar las nuevas formas de trabajo sin perder de vista la seguridad, salud y bienestar de los trabajadores/as? ¿Cómo garantizar que un espacio cerrado es seguro? ¿Cómo hacer partícipe a trabajadores/as de una cultura de prevención “empoderante”?

Calidad de los Ambientes Interiores

Y quizás, de entre todas las cuestiones que podríamos seguir preguntándonos, una de las más relevantes en esta época pandémica son aquellas relativas a la calidad de los ambientes interiores; es decir, la calidad del aire de los ecosistemas laborales donde pasamos gran parte de nuestro día.

Con esa idea de enlazar diferentes filosofías con los ODS, podríamos concretar como ejemplo los puntos 2 y 5 de las 7 Reglas de Oro Vision Zero, en las que se habla respectivamente de “Identificar peligros” y “Velar por la seguridad y salud en las máquinas, equipos y lugares de trabajo”.

En el trabajo realizado por SATT en el diseño de lugares de trabajo, estos puntos se concretan en el análisis de peligros en base a diferentes referencias internacionales, muchas de ellas no incorporadas a día de hoy en la legislación nacional en materia de riesgos laborales (o legislados muy vagamente en relación a otras legislaciones europeas como Alemania o los países nórdicos) que suponen un importante esfuerzo de innovación en la calidad del aire interior a través del uso de materiales que no contengan compuestos perjudiciales para la salud como son los COVs (Compuestos Orgánicos Volátiles) o los formaldehidos.

Un buen ejemplo de cómo te posiciona una aplicación temprana de estas dos reglas de oro es el hecho de que las oficinas que ha diseñado SATT incorporan en origen sistemas de medición de la calidad del aire, tanto para CO2 como para el resto de contaminantes químicos citados, siguiendo la línea de certificaciones del International WELL Building Institute™ (IWBI™), una de las más conocidas internacionalmente en medición de estándares de Salud y Bienestar en los espacios de trabajo y que en su web para España y América Latina permite consultar en tiempo real el nivel de estos contaminantes en sus oficinas. Todo una declaración de intenciones también en cuanto a transparencia en la información.

Fuente: datos accesibles al público en wellservices.itg.es

La comparación es inevitable cuando en la mayoría de las organizaciones el avance más reciente en este tema ha tenido que venir de la mano de la pandemia y la urgencia de mejorar la ventilación de los ambientes interiores y sólo haciendo referencia a la concentración de CO2. Se podría decir que en este aspecto el enfoque de cumplimiento del mínimo legal que tanto sufrimos en el mundo de la seguridad laboral nos ha hecho llegar tarde y mal a la solución del problema.

Sin embargo, tomar en cuenta la calidad del aire desde la etapa de diseño del edificio tiene mucho que ver con Visión Zero. En edificios diseñados bajo estos criterios medioambientales, estos sistemas que aseguran la calidad del aire nos protegen mejor frente al “accidente” de contagiarnos. Su razón de ser es mantener unos estándares de calidad constantes que inciden cada día y a largo plazo en la salud de los ocupantes del espacio con el punto de mira puesto en eliminar el riesgo de las concentraciones de esos elementos tóxicos.

Además, se trata de un proceso integral que involucra a los distintos actores dentro de una organización, por lo que requiere su empoderamiento y compromiso con la estrategia general de Seguridad, Salud y Bienestar. Tiene que ver con:

⭕ la elección de materiales sanos para la construcción,

⭕ el monitoreo constante de los índices de calidad,

⭕ la formación en el mantenimiento de los espacios,

⭕ el uso de materiales de limpieza saludables…

Todo ello con el horizonte de “cero daño” para la salud como principio rector. 

Confort Térmico, Acústico y Lumínico

De nuevo, lejos de una visión focalizada exclusivamente en el accidente de trabajo, en SATT se plantea el bienestar desde la etapa de diseño de los espacios de trabajo, abordando dimensiones medibles y transversales a la actividad de la organización y sus trabajadores. 

Aplicado a la calidad de la luz, esto se traduce en un diseño que tiene en cuenta aspectos que van más allá de la mera medición puntual de la cantidad de luz en cada puesto de trabajo. Otros factores entran en juego:

⭕ el IRC Índice de Reproducción Cromática,

⭕ el aprovechamiento de la luz natural,

el uso y necesidades propias de cada espacio, tipo de actividad, perfil de la persona y equipos…

Lo mismo ocurre con el confort acústico y térmico, no basta con cumplir las exigencias puramente legales, como comentábamos antes. Se trata de implementar una visión integral que propicie no ya la ausencia de accidentes (imposible, como sabemos), sino las condiciones óptimas de bienestar buscando minimizar el daño, sí, pero con un objetivo aún más ambicioso: maximizar el bienestar, la salud y, a la postre, el rendimiento laboral. 

Como estos, hay muchos otros tantos indicadores que guían esta forma de integrar la salud y el bienestar. Desde la alimentación, a través del control de la calidad del agua o la promoción de productos saludables, hasta la integración del ejercicio físico en centros y espacios de trabajo mediante el impulso del diseño y movilidad activas en el seno de las organizaciones. Un ejemplo: podemos instalar un desfibrilador por cada planta, por cada departamento o cada metro y medio… (visión preventiva clásica) pero, ¿por qué no fomentar el uso de las escaleras y la bicicleta o formar y/o ofrecer nutrición saludable desde la fase de diseño?

La Salud del Planeta

Siguiendo la senda de la filosofía “One health” de la Organización Mundial de la Salud, podemos pararnos por último a hablar, como hace la OMS, de la salud del planeta. En esta dimensión, podemos asimismo ponernos las “gafas” de Visión Zero dibujando un claro paralelismo entre la salud y los accidentes dentro de los entornos laborales con la sostenibilidad y el impacto de la actividad humana sobre el planeta. 

La visión SATT de la ecología y la sostenibilidad parte de la asunción de que toda actividad humana, en este caso la edificación o rehabilitación de edificios, conlleva un impacto sobre el medio ambiente:

“No existe el ‘impacto cero’ ni los ‘cero accidentes’… pero, al igual que dirigimos la prevención hacia el cero daño, podemos orientar la construcción y el uso de edificaciones hacia un mínimo impacto”.

O, yendo más allá, buscando activamente la creación de un impacto positivo. Para ello, se siguen 3 etapas: Medir, Minimizar y Compensar, que son clave para recuperar nuestros ecosistemas urbanos y que se garantizan mediante la certificación CO2 nulo, así como fomentando el uso del transporte público o la bicicleta como medios principales de transporte, mitigando ese otro gran problema silencioso de salud que es la contaminación de nuestras ciudades.

Como en la restauración de ecosistemas y su impacto económico, también en la seguridad existen estudios sobre la rentabilidad económica de la promoción de la salud como los recogidos en los informes realizados por la Red europea de promoción de la salud en el trabajo (ENWHP), que estima que “existe un retorno positivo de las inversiones en seguridad que se hace visible a través de la reducción del absentismo, la mejora de la salud y de la productividad“. Asimismo, numerosas encuestas revelan que la mayoría de los trabajadores tienen en cuenta su salud y bienestar a la hora de escoger o permanecer en una empresa.

En definitiva, las empresas que hacen de una oficina saludable su centro de actividad no sólo están reduciendo sus gastos de personal e incrementando su capacidad de atraer y retener el talento, sino que también están adoptando un mecanismo de supervivencia hacia un futuro incierto. Han convertido su espacio de trabajo en un elemento diferenciador, especialmente tras la irrupción de la pandemia.

Y lo que es más importante: están poniendo su granito de arena para prevenir, detener y revertir la degradación de los principales ecosistemas en los que pueden actuar de forma directa, sus propios centros de trabajo, haciendo gala de un antiguo proverbio chino:

“Más vale ser bueno en casa, que quemar incienso en algún sitio lejano”.

Provervio chino.

Por Jesús Ariza, con la colaboración y agradecimientos de Paloma Domínguez Liñan y Eduardo Ocaña González de sATT.

Referencias

  • El ensayo de Tim O’Riordan sobre los Límites del Crecimiento se encuentra en el libro Environment: why read the classics (editado por Sofía Guedes Vaz).
  • Guía de orientación sobre Vision Zero de PRL Innovación.
  • La definición de Cuarto Sector está obtenida de Wikipedia.
  • Los indicadores de calidad del ambiente interior citados se pueden ampliar en la Herramienta Verde del GBCe.
  • CO2NULO es una certificación desarrollada por ECÓMETRO para aquellos edificios que cumplen una serie de condicionantes y no tienen emisiones de CO2.
  • El Instituto Tecnológico de Galicia (ITG) es partner del International WELL Building Institute™ (IWBI™) en España.
  • https://www.worldenvironmentday.global/es.
  • El proverbio citado aparece en el capítulo 2 de Las edades de Gaia (James Lovelock). 

Sobre el autor

Jesús Ariza es Licenciado en Ciencias Ambientales y Técnico Superior en PRL. Ha desarrollado su carrera profesional en diferentes sectores en las áreas de seguridad y salud en el trabajo y medioambiente. En paralelo complementa su actividad laboral con la participación en iniciativas para divulgar y desarrollar nuevas visiones y herramientas como Safety II, FRAM, etc

* Las opiniones vertidas por el autor son estrictamente personales y no deben interpretarse como puntos de vista oficiales de Mobilty Ado ni de PRLInnovación.

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